miércoles, 31 de agosto de 2011

Dolor? Olvido? Amor? Alegría? Tristeza?

¡Ninguna y todas!



Dios benévolo y amoroso permite que mi corazón siempre esté lleno de paz, amor, sabiduría y paciencia para soportar los embates del dolor que me produjo su partida, para no olvidar los más gratos y dulces momentos vividos a su lado, que marcaron su amor por la familia, la alegría espiritual qu siempre lo caracterizó y la profunda tristeza de no tenerlo a mi lado. Mi corazón es pequeño para tanto dolor, mis lágrimas nunca serán suficiente para calmar esta pena que me carcome.

"... mi padre fué mi gran amigo, mi padre fue mi amigo fiel, mi padre se jugaba conmigo y yo me jugaba con él..." Paz en su tumba, siempre, siempre lo recordaré y no podré soportar que mis lágrimas rueden por las mejillas cada vez que menciono tu nombre en silencio, menos hoy en la conmemoración de su partida.

Alma que me mueve, ideas que sigo fielmente, trato lleno de amor y cortesía, eso y más, por siempre Arnuldo. Solo el amor de mis hijas y mi esposa, de mi madre y mis hermanos y amigos de corazón, me reconfortan el dolor del recuerdo.

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